Historias de mujeres de CORFO

Durante las últimas horas se conoció la historia de laboral de tres trabajadoras de CORFO, que en nombre de todas las mujeres de la institución aportan valor diferencial a su labor. La publicación la realizó el administrador de CORFO, Ing. Ramiro Vergara

𝙎𝙖𝙢𝙖𝙣𝙩𝙖 𝙎𝙤𝙡𝙚𝙙𝙖𝙙 𝙎𝙞𝙡𝙫𝙖
𝘓𝘈 𝘗𝘙𝘐𝘔𝘌𝘙 𝘔𝘜𝘑𝘌𝘙 𝘌𝘕 𝘌𝘓 Á𝘙𝘌𝘈 𝘋𝘌 𝘐𝘕𝘎𝘌𝘕𝘐𝘌𝘙𝘐𝘈

Samanta Soledad Silva, actualmente reside en Pedro Luro, donde formó su familia. Tiene 28 años y es mamá de Ignacio.
Creció en Hilario Ascasubi junto a su familia. Su papá trabajador agrario y en temporada en los galpones de cebolla, su mamá trabajadora en el hogar cuidadora de sus hijos.
Durante su último año en la escuela secundaria, comprendía que su familia no podía costear un traslado a otra ciudad ni una carrera a distancia. Recuerda que personal de CORFO se acercó a promocionar la carrera “TECNICO SUPERIOR EN SISTEMAS DE RIEGO”, que se iba a dictar a partir del 2012 en el Centro de Capacitación de CORFO, en H.A. Fue así como comenzó su especialización y su camino por lo que hoy es un trabajo que le apasiona.
Desde el 2015, es trabajadora en CORFO en el área de Ingeniería. Parte del equipo de TOPOGRAFÍA, realizando actividades con SIG (Sistema de Información Geográfica)
En el año 2017 realizó el tramo de formación profesional. Actualmente es parte del Centro de Formación Laboral, dictando cursos como el trayecto de riego por aspersión, gravedad y canalero/a.
Reconoce la formación, las herramientas y la oportunidad que le dio la Institución, de conocer el valle, entender la problemática ambiental y el potencial que tiene nuestra zona.
“La Institución me invitó y me permitió formarme en SIG, que desde lo personal es la mejor manera de conocer la cuenca, la zona, de conocer los canales, drenajes, las tomas, caminos rurales, las distancias, toda, toda la tremenda infraestructura que tenemos, ¡Es magnífico!”

𝑵𝒐𝒓𝒎𝒂 𝑩𝒆𝒂𝒕𝒓𝒊𝒛 𝑯𝒖𝒆𝒔𝒂
𝘛𝘙𝘈𝘉𝘈𝘑𝘈𝘋𝘖𝘙𝘈 𝘋𝘌 𝘓𝘖𝘚 𝘋𝘌𝘛𝘈𝘓𝘓𝘌𝘚 𝘋𝘐𝘈𝘙𝘐𝘖𝘚

Norma Beatriz Huesa, pero todos la conocemos como “Mony”. Llegó a Pedro Luro el día 2 de febrero de 1979 con sus papás y hermanos. De vivir en una ciudad al campo. Recuerda que todos los días la llevaban a Fortín Mercedes a la escuela primaria y luego en la secundaria ya se contaba con servicio de transporte.
Se casó con Fernando trabajaron juntos en la horticultura, luego nacieron sus hijos Nicolás y Josefina y decidieron mudarse al pueblo para estar cerca de las escuelas y las actividades a las que asistían.
Moni trabajó en galpones de empaque de cebolla, en casas de familia y como empleada de comercio. En el año 2004 ingresa a CORFO por una suplencia en la cocina en la oficina central de Pedro Luro, al tiempo Fernando su marido ingresó como maquinista, llevando ya en la Institución 17 años.
Moni decidió a los 40 años con sus hijos ya grandes, con el esfuerzo entre dos trabajos, terminar la escuela secundaria.
Hace un año llego su pase a planta transitoria como personal de maestranza, lo que le dio la alegría y tranquilidad de pensar en la estabilidad laboral.
“Encuentro libertad en los quehaceres diarios, donde se logra empezar el día de la mejor manera… mimarlos con un café, un mate cocido o un termo con agua para unos ricos mates… amo mi trabajo ”

𝑳𝒊𝒍𝒊𝒂𝒏𝒂 𝑴𝒂𝒃𝒆𝒍 𝑺𝒄𝒉𝒂𝒓𝒇𝒇

𝘜𝘕𝘈 𝘔𝘜𝘑𝘌𝘙 𝘘𝘜𝘌 𝘊𝘙𝘌𝘊𝘐Ó 𝘺 𝘙𝘌𝘎Ó 𝘊𝘖𝘕𝘖𝘊𝘐𝘔𝘐𝘌𝘕𝘛𝘖 𝘊𝘖𝘕 𝘌𝘓 𝘈𝘎𝘜𝘈 𝘋𝘌𝘓 𝘙Í𝘖 𝘊𝘖𝘓𝘖𝘙𝘈𝘋𝘖

Nació y creció en Torquist, donde se asentaron abuelos maternos italianos, que se dedicaron a las actividades agropecuarias y sus bisabuelos suizos que fueron los primeros en trabajar el trigo en la ciudad. Su padre era de oficio molinero, creció en un ambiente de trabajo familiar agropecuario compartiendo los momentos de cosecha, yerras, chacinados, que le hizo destacar desde pequeña el rol de la mujer de campo y las actividades del agro.
Una mujer que desde joven fue curiosa, investigadora, comunicadora, finalizando la secundaria eligió la carrera que le apasionaba y le había marcado su infancia. Como pupila en Bolívar curso “Asistente en economía y educación para el hogar rural”, extensionista de vocación.
Como Institución de práctica definió el “INTA” de Hilario Ascasubi, así fue como llegó a nuestra zona del valle Bonaerense del Río Colorado “Que hermoso que fue participar con las mujeres rurales, mujeres de pie, que estaban en mi lucha, defendían el rol productivo, la familia, el trabajo… y sabía que era eso lo que yo iba a hacer”. Una vez recibida, las familias solicitaron su regreso “Desde Villalonga pedían a la extensionista de apellido alemán, esperaban una rubia grandota y llego una petizona bastante cana… asique la sorpresa!… y aquí me quedé… tomé agua del rio colorado y aquí me quede”
En 1975 CORFO la contrata para trabajar en el INTA, desarrollando su primer paso sobre la extensión agropecuaria, trabajando con las mujeres agropecuarias. Durante 5 años coordinó los clubes en Villarino y Patagones en la zona rural, trabajando en relación con las instituciones educativas, planeando acciones sobre las necesidades de la gente de campo. Eso la ayudo a conocer la cultura, tradiciones y necesidades de las familias agropecuarias del área de riego.
En 1980 ya habiendo formado equipos de trabajo con mujeres de la educación formal, para comenzar una nueva etapa, el inicio del Centro de Capacitación de CORFO, que se complementaba con la experiencia ganada en el INTA. Su rol en éste espacio era el de “promotora social”, impulsando actividades para desarrollar en capacitación a mujeres, hombres, jóvenes, profesionales y docentes. Todo lo que apañaba el desarrollo y al fomento estaba acompañado por las actividades de capacitación. Caminando con su agenda, realizaba encuestas en las familias agropecuarias para detectar las necesidades y los puntos fundamentales para resolver a través de la capacitación
Unos años después CORFO impulsa su viaje a Italia para capacitarse en “extensión agrícola y desarrollo rural” becada por la OEA, y por el gobierno italiano, una motivación especial para desplegar lo aprendido en el Centro de Capacitación de Hilario Ascasubi. Comenzó luego a trabajar el área de jóvenes, para acompañarlos en su capacitación, formación e impulsar intercambios con otras regiones del país. Pasando luego a un nuevo cargo como “coordinadora de capacitación” donde se desarrollaban encuentros a nivel regional, nacional e internacional.
Las últimas de sus designaciones fue como secretaria del consejo consultivo de CORFO, jefa de relaciones públicas para ella su última gran acción.
“Desde la humildad y mi sinceridad…soy lo que soy gracias a Corporación de fomento, a mis equipos de trabajo, a la gente del campo y todo lo que me brindaron, a los productores y cada familia a donde pude llegar… admiro el trabajo que se hizo y que se hace en CORFO”
En 2018 se jubiló de CORFO y como Directora de formación profesional. Agradeciendo y recordando siempre al personal administrativo, secretarias, profesionales de las distintas áreas