Aniversario del Nacimiento de Ceferino Namuncurá

Ceferino Namuncurá nació en Chimpay, provincia de Río Negro, Argentina, 26 de agosto de 1886 – Roma. Fue un joven salesiano argentino aspirante al sacerdocio. Perteneciente por origen a la nación mapuche, heredó el nombre de su padre como apellido: Namuncurá, del mapudungun: ‘pie de piedra’ (namun, pie, y curá, piedra) el cual indica firmeza o decisión. Santo popular en Argentina desde mediados del siglo XX, fue beatificado en el siglo XXI.

Nacimiento y bautizo

Fue uno de los hijos de Manuel Namuncurá, integrante de las fuerzas indígenas que lucharon contra el Ejército Argentino comandado por Julio Argentino Roca, y nieto del caudillo mapuche Calfucurá. Su madre era la cautiva chilena Rosario Burgos.1​

En 1887, al año de edad, Ceferino se salvó de perecer ahogado en el Río Negro, mientras jugaba en sus orillas. Ese mismo año, el 24 de diciembre, en vísperas de Navidad, fue bautizado por el misionero salesiano padre Domingo Milanesio, evangelizador de los pueblos originarios. A los 11 años, le pidió a este salesiano que lo llevara a estudiar para luego regresar y así poder enseñar a los de su pueblo.

Su padre, lonco de la nación mapuche, fue promovido al rango de coronel de la Nación y lo llevó para estudiar a la ciudad de Buenos Aires. Allí fueron recibidos por el general Luis María Campos, amigo de Manuel y ministro de Guerra y Marina. Ceferino ingresó en los talleres que la Armada tenía en la localidad de Tigre (provincia de Buenos Aires) y permaneció allí por tres meses; posteriormente, sin embargo, le pidió a su padre que lo sacara porque no le gustaba ese ambiente ni esa profesión. El coronel Manuel Namuncurá recurrió a su amigo, el Dr. Luis Sáenz Peña, expresidente argentino, quien recomendó a Ceferino a los salesianos. El 20 de septiembre de 1897 Ceferino fue inscrito como alumno estudiante interno.2​

Paulatinamente, Ceferino se adaptó al ambiente, dedicándose al estudio, aprendió el idioma castellano y el catecismo. El 8 de septiembre de 1898 Ceferino recibió la primera comunión y, el 5 de noviembre de 1899, el sacramento de la confirmación de manos de monseñor Gregorio Romero en la Iglesia Parroquial de San Carlos, donde luego se construyó la actual Basílica María Auxiliadora y San Carlos.

A principios de 1902, su salud se deterioró. Los exámenes médicos determinaron que había contraído tuberculosis. Monseñor Juan Cagliero decidió trasladarlo a Viedma, con la esperanza de que el aire de campo le ayudara a restablecerse. A comienzos de 1903, en el colegio San Francisco de Sales de Viedma, comenzó sus estudios secundarios como aspirante a las órdenes dentro de la congregación salesiana. El sacerdote médico Evasio Garrone, junto con el enfermero del hospital, Artémides Zatti, hoy considerado beato por la iglesia católica, cuidaron de Ceferino. El 19 de julio de 1904, con 17 años, Ceferino fue trasladado a Turín (Italia), por monseñor Cagliero. Los salesianos pensaron que en ese lugar recuperaría la salud y podría continuar sus estudios de sacerdocio.

Estadía en Italia y su encuentro con el papa Pío X

Estudió en el colegio salesiano de “Villa Sora”, en Frascati, Roma. En Turín, el beato Miguel Rúa, el primer sucesor de San Juan Bosco, conversó varias veces por semana con Ceferino. El 27 de septiembre de 1904, Ceferino visitó al papa Pío X, junto con monseñor Cagliero, los sacerdotes José Vespignani y Evasio Garrone y otros salesianos. Ceferino pronunció un breve discurso y obsequió al pontífice un quillango o poncho mapuche. A su vez, Pío X le otorgó la medalla destinada a los príncipes.

Muerte y elevación a los altares

En marzo de 1905, la tuberculosis volvió a afectar su salud. Fue internado en el Hospital de los Hermanos de San Juan de Dios, donde fue atendido por el Dr. José Lapponi, médico personal de los papas León XIII y Pío X. El 11 de mayo de ese mismo año, a los 18 años de edad, Ceferino Namuncurá murió acompañado por monseñor Cagliero.