Calidad de agua para consumo animal “el agua que engorda el ganado”

El agua de bebida es considerada un nutriente esencial en la nutrición animal. Existen tres fuentes de agua para los animales: agua de bebida, el agua contenida en los alimentos, el agua metabólica (es el agua generada como producto del metabolismo oxidativo de los nutrientes).

Los forrajes verdes y los ensilados contienen de 70- 90% de agua y hacen una contribución sustancial a los requerimientos del animal. Los alimentos secos como los concentrados y el heno contienen entre 7% y 15% de agua.

Muchos componentes pueden definir la calidad del agua, pero el balance entre sales beneficiosas y perjudiciales, además del contenido total de sales son las que indican la posibilidad de uso. Aguas de bebida con salinidad media a alta (4-6g/litro de sales totales) pueden ser muy buenas para rodeos de cría bovina de carne que pastorean en invierno forrajes diferidos de baja calidad, sin embargo, esta concentración puede ser excesiva en verano consumiendo forrajes frescos y de buena calidad. Estos mismos niveles son excesivos para cualquier momento en invernada de alta producción, recría temprana y tambo.

Las aguas que por lo general consideramos “muy buenas” son las que poseen muy baja salinidad (menos de 1g/litro de sales totales) sin embargo, son absolutamente deficientes en los aportes de sales/minerales que los animales requieren y se hace necesaria la suplementación complementaria con mezclas minerales.

El consumo de agua por el animal está influenciado por muchos factores externos e internos que por lo general son muy difíciles de controlar, como principalmente temperatura y humedad ambiental. Se considera que un animal adulto puede consumir aproximadamente entre el 8 al 10% de su peso vivo en agua;

Un novillo de 400Kg podrá ingerir 40 litros por día

Otra variable de mucha importancia en relación al consumo de agua es el tipo de alimentación que reciben los animales. Como regla general todos los forrajes secos y/o concentrados demandan mayor cantidad de agua, que los forrajes verdes.

Un vacuno adulto consume 3,5l agua/kgMS de alimento. Un ternero consume 7l agua/kgMS de alimento.

Cada 2% de incremento en la proteína del alimento, aumenta un 35% el consumo de agua. ATENCIÓN SUPLEMENTACIÓN CON UREA.

Dietas altas en energía (carbohidratos y lípidos), generan mayor producción de agua metabólica.

El estado fisiológico de los animales también incide sobre el consumo de agua, es así, que una vaca en lactancia consume más líquido que una vaca seca, esto es debido al alto requerimiento de agua para la producción de leche.

También la composición del agua en relación a ciertos minerales, puede tener efectos perjudiciales sobre aspectos reproductivos. Una alta concentración de hierro en el agua ejerce una influencia negativa sobre la tasa de concepción. De manera similar, un incremento en la tasa de abortos en rumiantes ha sido indicado como secuela de la toxicidad por nitratos. Un agua con niveles no adecuados de pH puede provocar problemas de reproducción, asociados a carencia de calcio en vacas.

No solo es relevante conocer la composición química del agua, también es muy importante el análisis desde el punto bacteriológico, ya que tiene asimismo un impacto negativo considerable. El agua puede contener bacterias entre ellas (Salmonella spp, Vibrio cholerae, Leptospira spp, Clostridium y Escherichia coli), virus, protozoos y huevos de parásitos. Como recomendación general, 100 ml de agua deben contener <10.000 bacterias totales, <1 coliformes totales y 3-30 streptococos fecales. Un recuento de bacterias coliformes por encima de 1/100 ml puede causar diarrea en terneros, mientras que recuentos superiores a 15-20/100 ml pueden ocasionar diarrea y disminución de la ingesta en animales adultos.

COMPOSICIÓN QUIMICA DEL AGUA.

La forma de expresar los valores encontrados en el agua puede ser: partes por millón (ppm), gramos por litros de agua (g/l) o miligramos por litro de agua, (mg/l).

SALES TOTALES (ST)

Comprende la suma de todos los compuestos solubles del agua. Aguas con menos de 1,5g/l de ST “poco engordadoras”, demandan suplementación mineral tanto en sistemas de cría, invernada o tambo. Aquellas que poseen entre 2 y 4g/l de ST “engordadoras”, generalmente no requieren suplementación (salvo que haya excesos de sulfatos). Cuando estos valores superan 4g/l pueden provocar restricción en el consumo voluntario de agua, los animales se adaptan, aunque la producción puede verse disminuida.

Cuando los niveles de sales totales exceden los 8g/l NO se debe usar ni siquiera con vacas de cría.

Las sales más comunes son Sulfatos, Cloruros, Carbonatos y Bicarbonatos.        

Sulfatos (SO4=): Son las sales que afectan mayormente la calidad del agua, generalmente se encuentra como sulfato de magnesio (Mg), o de sodio (Na). Los SO4=, otorgan al agua propiedades purgantes y también el característico sabor amargo. Con niveles relativamente bajos, aproximadamente 0,5g/l de agua, se producen interferencias con la absorción de cobre (Cu) y tal vez también con el calcio (Ca), magnesio (Mg) y fósforo (P).

Para animales adaptados, el valor máximo tolerable de SO4= es de 4g/l. El sulfato de sodio hasta 1g/l favorece la digestión de celulosa y un mayor consumo de alimentos.

Cloruros (Cl): Los Cl en agua son generalmente de sodio, magnesio, calcio y potasio (K)  es poco frecuente encontrar niveles por encima de 2 o 3g/l. El cloruro de Na (ClNa) es una sal beneficiosa, le da al agua sabor salado y se definen como “engordadoras” cuando se encuentran en niveles de aproximadamente 2g/l, siempre y cuando los sulfatos no estén en exceso. Los cloruros de Ca y de Mg le dan gusto amargo y pueden provocar diarrea.

Carbonatos y Bicarbonatos (CO3=): No se conocen efectos negativos para la producción animal, pero su combinación con el Ca y Mg definen la dureza del agua. Ojo con las cañerías, se producen incrustaciones que finalmente terminan obstruyendo las mismas

Aparte del análisis de las sales en conjunto hay una serie de elementos que se analizan por separado y que de acuerdo a sus niveles ayudan a definir la calidad.

Sodio: Forma la sal más beneficiosa, ClNa (sal común) y a no ser, que se encuentre en muy alta concentración (más de 15g/l) no produce efectos negativos.

Potasio: Se encuentra en muy pequeña cantidad a no ser que el agua fluya por sedimentos de nitrato de potasa (fertilizante de origen natural) en cuyo caso el agua es muy tóxica por el nitrato y el exceso de K.

Calcio: Para Ca no se han dado límites de toxicidad, aunque como se vio antes le otorga dureza al agua.

Magnesio: El Mg, tan necesario en la alimentación del ganado bovino en muchos pozos se encuentra en exceso, combinado con el sulfato otorgando al agua alta carga de sales totales y el sabor amargo característico. Se consideran límites máximos: para vacas lecheras de 0,25g/l, para terneros destetados 0,4g/l y vacunos adultos 0,5g/l.

El Arsénico (As) y el flúor (F) por si mismos pueden definir la inaptitud del agua para ser consumida. Son elementos altamente tóxicos, por lo que independientemente de la composición salina del agua, altos niveles de uno u otro, limitan su consumo.

Arsénico: Forma sales muy solubles en agua. Puede estar presente en aguas subterráneas. Los niveles de tolerancia son de 0,05ppm para consumo humano y 0,2ppm para consumo animal.

Flúor: Es un contaminante muy serio en algunas partes Tanto su deficiencia como su exceso produce trastornos óseos muy importantes. Los niveles peligrosos oscilan alrededor de 1,5ppm de Flúor. La intoxicación se manifiesta por manchado de dientes y desgaste prematuro y desparejo de los dientes.

OTROS METALES

La presencia de hierro (Fe), Manganeso (Mn), plomo (Pb) y otros, es muy poco frecuente a no ser que los pozos se encuentren en proximidad de yacimientos minerales de donde pueden recibir una seria contaminación, pero en estos casos más que en ningún otro se requiere un buen análisis de agua.

Nitratos y Nitritos: Estos son compuestos nitrogenados y su presencia indica contaminación con materia orgánica o de contaminación con fertilizantes nitrogenados, los niveles máximos aceptados son de 200mg/L. En el agua se encuentran nitratos que al ser ingerido por los rumiantes lo reducen a nitritos que son altamente tóxicos. Este efecto puede verse agravado si se consumen forrajes con altos niveles de nitratos (verdeos no sazonados y cardo ruso verde).

pH del agua de bebida, puede variar de 6 a 8 y se sabe que las ligeramente alcalinas (pH 7 a 7,3) son las mejores. Las que excedan aquellos límites hacia abajo (pH menos de 5) o hacia arriba (pH más de 8) tienen efectos corrosivos sobre instalaciones y posibles efectos adversos en la digestión ruminal.

CONOCER LA CALIDAD DEL AGUA, ES FUNDAMENTAL EN LA TOMA DE DECISIONES Y MANEJO DE RODEOS

COMO SACAR UN MUESTRA DE AGUA EN FORMA CORRECTA

El muestreo es el primer paso para la determinación de la calidad de una fuente de agua, por lo que la persona que recoge una muestra y la lleva al laboratorio es responsable de la validez del resultado analítico. En este sentido debe asegurarse que la muestra sea representativa de la fuente cuya calidad se desea evaluar, y que no se deteriore, ni se contamine antes de llegar al laboratorio.

PROCEDIMIENTO

Se utilizarán envases de plástico o vidrio, de 1000 cm3, nuevos. Si se pensara en reutilizar un envase, deben desestimarse los de gaseosas u otras bebidas, únicamente podrían reutilizarse envases de agua mineral.

En ambos casos debe asegurarse que el envase se encuentre LIMPIO, pero debe prestarse especial atención a no lavarlo con detergentes, hipoclorito de sodio u otros reactivos: solo puede enjuagarse con agua.

PRECAUCIONES PARA LA TOMA DE LA MUESTRA EN FUNCIÓN DE SU ORIGEN

Se tendrán en cuenta las siguientes consideraciones:

CUALQUIERA SEA LA FUENTE, PREVIO A LA TOMA DE LA MUESTRA, SE ENJUAGARÁ EL ENVASE AL MENOS TRES VECES CON EL AGUA A MUESTREAR

AGUA DE RED

Para la toma de una muestra de agua de red se abrirá la canilla y se dejará que el agua corra al menos durante 5 minutos de manera de tener purgada toda la cañería que llega desde el tanque.

También se debe tomar la precaución de limpiarlo tratando de eliminar sustancias acumuladas en el orificio interno de salida del agua y en el reborde externo, dejando correr agua libremente por espacio de 1 o 2 minutos más, para arrastrar cualquier residuo.

AGUA DE PERFORACIONES

Es conveniente que, antes de proceder a la toma de la muestra, la impulsión se mantenga en marcha durante unos 10-15 minutos, hasta que el agua emerja clara (sin sedimentos ni restos vegetales) y que sea del acuífero. Se debe prestar especial atención a esto si el pozo estuviera en desuso.

Si el pozo fuera nuevo se debe bombear el tiempo suficiente hasta que salga limpia, de manera de muestrear el agua del acuífero.

AGUA SUPERFICIAL PROVENIENTE DE UN CURSO DE AGUA (EN MOVIMIENTO)

Se debe muestrear de sitios donde el agua se encuentre en circulación. Nunca muestrear donde se encuentra estancada. Cuando no es posible tomar la muestra directamente con la mano, debe atarse al frasco un sobre peso usando el extremo de un cordel limpio o en su caso equipo muestreador comercial.

EXTRACCIÓN DE LA MUESTRA

– Rotular el envase.

– Enjuagar tres veces el envase con el agua que se va a muestrear, desechando el enjuague.

– No dejar cámara de aire, o a lo sumo un espacio del 1% de la capacidad para permitir la variación de volumen debida a diferencia térmica.

– Guardar la muestra en lugar fresco (no expuesta al sol y si fuera necesario en conservadora), procurando enviarlas de inmediato al laboratorio.