Alto índice de bacteriosis en la cebolla

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El resultado se dio tras un  estudio  efectuado por el INTA y diversos organismos de la zona que se realizó sobre lote de cebolla temprana de la campaña 2015-2016 y consta en una evaluación mensual del bulbo. Durante el segundo estudio se observó un alto porcentaje de bacterias, lo que marcó un promedio de pudrición de bulbo del 13%. Según manifestó la Ingeniera agrónoma del INTA, Verónica Caracotche, “la bacteria se encuentra en el ambiente y hay años en que la pudrición es más grande que en otros, con la lluvia como factor influyente ya que se duplico el promedio anual en diciembre y enero lo que generó la proliferación de la bacteriosis”.

 

Debido al aumento de enfermedades durante los últimos años, se han realizado monitoreos del cultivo y en postcosecha, mediante un trabajo conjunto entre instituciones y profesionales privados de la zona. Ya se cuenta con los primeros resultados preliminares de los lotes de cebolla temprana. La evaluación continuará con los lotes de cebolla tardía.

Los monitoreos comenzaron en el mes de noviembre de 2015, en 41 lotes de cebolla de cosecha temprana y tardía, en los partidos de Villarino y Patagones. Se efectuó un seguimiento durante todo el desarrollo hasta la cosecha, se registraron las lluvias mediante la colocación de pluviómetros en cada lote y se cuantificó la incidencia de enfermedades en la pila. Luego se extrajeron 4 muestras de 50 bulbos sanos en apariencia y de tamaño comercial para evaluar periódicamente la calidad en poscosecha.

En lo que va del año, se realizaron dos evaluaciones sobre las muestras de cebollas tempranas y una sobre las cebollas tardías. Los resultados de los 15 lotes de cebollas tempranas arrojaron un promedio general de 13 % de podredumbre blanda, de los cuales 10 lotes están por debajo de ese promedio. En un solo caso la podredumbre blanda supero el 50% debido a que el lote fue afectado por piedra. Con respecto a podredumbre basal el promedio fue de 5,26 %, 9 lotes estuvieron por debajo de este promedio, observándose mayor presencia en lotes que tuvieron cebolla como antecesor. Estos valores corresponden a las podredumbres acumuladas a la segunda evaluación. Las variedades tardías se están evaluando y próximamente  se difundirán los resultados ampliados.

A diferencia de las dos campañas anteriores, en la  2015/16 se detectó y corroboró en laboratorio la presencia  de mildiu, habiéndose dado las condiciones predisponentes para esta enfermedad en varios momentos del cultivo, y la aparición de raíz rosada en forma temprana. Por otra parte, se registraron lluvias de 116 y 132 mm en diciembre y enero respectivamente, superiores  al promedio histórico de cada mes (51,5 y 48,5 mm).

 

Un trabajo que comenzó en 2010

Desde 2010, en respuesta a una epidemia inusualmente severa de podredumbres blandas ocurrida en el valle bonaerense del río Colorado, las instituciones FunBaPa, INTA H. Ascasubi, CORFO, SENASA, Cátedra de Fitopatología de la UNS, Consorcio Hidráulico, APROVIS, Asociación Hortícola de Patagones y profesionales privados de la zona, con el apoyo de las Municipalidades de Villarino y Patagones, vienen trabajando en distintos proyectos para identificar las causas y las posibles soluciones. Dichas acciones son financiadas por los Derechos de comercialización sobre la producción hortícola y frutícola de Villarino, además del aporte de los profesionales privados e instituciones intervinientes.

En el año 2010 se tomaron muestras de bulbos de 97 lotes diferentes, entre los partidos de Villarino y Patagones; estas actividades tuvieron su continuidad en el marco de un proyecto de investigación que inició en la campaña 2012/13 y que duró 2 años. En dicho proyecto se realizó el  monitoreo de 55 lotes de cebolla. La metodología del seguimiento consistió en visitas periódicas al lote donde se registraron diferentes aspectos del manejo (sistemas de siembra, densidad, variedad, aplicación de fitosanitarios y fertilizantes, etc.) y la detección de plagas y enfermedades.  Luego de la cosecha, se extrajeron muestras de bulbos que fueron acopiadas en un galpón y evaluadas en sucesivas oportunidades. Esto permitió observar la evolución de las enfermedades y realizar análisis de laboratorio, identificándose otras especies patógenas que producen podredumbre blanda en cebolla y que se suman a las ya conocidas en la zona.

Recomendaciones para la próxima campaña 

Dado que la experiencia se limita a tres campañas cebolleras de condiciones agroecológicas muy diferentes, hay que tener precaución con respecto a las conclusiones.

El conjunto de información obtenido sumado a otros antecedentes, deja claro que el exceso de lluvias, especialmente al final del cultivo y durante la cosecha, juega un papel decisivo para el desarrollo de podredumbres blandas de cebolla y probablemente sea el principal factor desencadenante de las epidemias severas.

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Algunas pautas para el manejo, importantes para mantener las pérdidas a un nivel aceptable:

  • Asegurar un buen drenaje del lote
  • No fertilizar en exceso
  • Evitar los riegos con acumulación prolongada de agua, especialmente hacia finales del ciclo del cultivo

En la próxima siembra de variedades tempranas:

  • Seleccionar lotes que no hayan tenido cebolla como antecesor
  • Correcta nivelación del lote
  • Buen mantenimiento de desagües
  • Adquirir semilla de cebolla identificada de semilleros reconocidos

Las instituciones y particulares intervinientes se comprometen a continuar con esta línea de trabajo, con monitoreos y ensayos, para mejorar el manejo general del cultivo, agradeciendo la buena predisposición de los productores que ofrecieron sus lotes y los datos necesarios para el desarrollo de la actividad.