Micro informativo del INTA: “Los alimentos para la Ganadería”

La alimentación representa un costo muy importante dentro de la producción ganadera. Para que la misma no repercuta negativamente, es muy importante conocer los alimentos y como usarlos correctamente para no afectar la performance animal y el “bolsillo”. Por  tal motivo la Ingeniera Agrónoma Josefina Marinissen, Coordinadora Área Investigación  Jefa Grupo Producción Animal Alimentación y Manejo Ganadero del Inta Hilario Ascasubi brindó un completo informe para los productores de Villarino y la región. Si tenés alguna consulta podes comunicarte al y tu inquietud será respondida en el micro del próximo viernes.

Algunas definiciones de interés

Alimento: toda sustancia capaz de aportar nutrientes.

Nutriente: compuesto que cubre requerimientos específicos del animal y que se metaboliza con el fin de proveer energía y generar estructuras (óseas, musculares) y/o secreciones (leche). Ej.: Carbohidratos (estructurales y no estructurales), Lípidos, Proteínas, Minerales y Vitaminas.

Forraje: Alimento de origen vegetal consumido verde, diferido o conservado.

Ración: cantidad de alimento suministrada al animal, por día y que cubre la totalidad de sus requerimientos.

Suplemento: Alimento o mezcla de alimentos que se adicionan a otro principal, con algún propósito determinado, como aportar energía, proteína, fibra, minerales.

Balanceado: mezcla de alimentos que aportan los nutrientes necesarios para una determinada producción. Se ofrece como único alimento.

Núcleo vitamínico – mineral: mezcla de vitaminas, minerales para cubrir déficit o carencias.

Aditivos: ingrediente añadidos a la mezcla base del alimento para satisfacer una necesidad específica. Normalmente se utiliza en micro cantidades y requiere un mezclado y una manipulación muy cuidadosa. Normalmente se trabajan en premezclas.

Concentrado proteico: producto alimenticio de origen vegetal o animal, con elevado contenido de proteínas y grasas (confiere energía).

Concentrado energético: Se consideran concentrados energéticos a aquellos que poseen menos del 18 % fibra y menos del 20 % proteína bruta. Granos de cereales de verano y pulpas de cítricos

Los componentes de una ración deberán ser fuente de:

  • PROTEINA: es fundamental para el desarrollo del tejido óseo y muscular, adquiriendo mayor importancia en categorías de menor edad. Las principales fuentes proteicas son: los forrajes verdes, subproductos de la industria aceitera (harina y expeller de girasol, soja, maní, etc.), semillas y granos de leguminosas, subproducto de molienda (afrechillo de trigo), y de maltería (hez de malta y raicilla). No hay que dejar de mencionar al nitrógeno no proteico (urea) como fuente indirecta de proteína. Su utilización no es recomendada para animales menores a 12 meses y requiere atención, cuidado e infraestructura.
  • ENERGÍA: en alimentación de rumiantes se utilizan dos fuentes principales: Fibra: que hace su aporte a través de subproductos del metabolismo de la digestión ruminal, ácidos grasos volátiles (AGV). Se encuentra en henos (rollos, fardos o megafardos, ensilajes). Almidón: es una fuente concentrada de energía que a diferencia de la fibra los animales pueden aprovechar de manera directa. Las principales fuentes utilizadas son granos de cereales de invierno (trigo – cebada – avena), de cereales de verano (sorgo – maíz).

A la hora de comprar insumos para alimentación animal. ¿Qué debo tener en cuenta?

Henos – Rollos. ¿Porque prestar atención a esto? La fibra puede ser el nutriente más CARO si compro mal.

La calidad de los HENOS va a estar directamente relacionada al tipo de pasto que le dio origen y el momento de corte. Debido a que el costo del kilo de materia seca digestible es alto (cantidad y flete), siempre es conveniente buscar “el mejor heno”.

¿Cómo distingo un heno de CALIDAD=DIGESTIBLE?

El primer paso a la hora de adquirir un heno es la inspección directa, para esto es necesario usar tres sentidos, TACTO, OLFATO, VISTA = CARACTERISTICAS ORGANOLEPTICAS

  • Textura suave, bien compactados. No deberían estar “despeinados”….eso podría implicar que el recurso que le dio origen se cortó muy seco – típico de los henos de cola de cosecha.
  • Aroma a pasto seco. Si se confecciono húmedo (sin suficiente pre-oreo o cortado muy adelantado del momento óptimo), tiene olor a moho. Se arde, esto provoca una importante pérdida de calidad (principalmente del valor proteico).
  • Color verde claro.
  • Sin maleza. Riesgo de toxicidad. Reducción de calidad. Distribución de semillas de malezas en el campo, a través del bosteo.
  • Abundante cantidad de hojas. Sinónimo de altos niveles de proteína y digestibilidad.

Luego de este primer análisis, es conveniente extraer una muestra representativa, y enviar a un laboratorio de análisis químico de forrajes para determinar el valor nutricional. Entre los parámetros químicos a analizar se deberían priorizar la digestibilidad y el contenido proteico, solicitando además el valor NIDA, que se corresponde con la proteína adherida a la fibra indigestible del forraje, estando entonces no disponible para el animal. Este parámetro debería solicitarse en todos aquellos alimentos que pueden sufrir calentamiento durante su confección (expellers y harinas) o durante su almacenamiento (henos, ensilajes y henolaje).

Sería importante comprar los henos priorizando el peso de los mismos y el valor nutritivo, es decir $/kgMSdigestible.

Categorización de los henos – Del MEJOR AL PEOR.

  • Pasturas de leguminosas. Sin flores.
  • Verdeos de invierno/pasturas mesotérmicas (festuca, agropiro, etc.). Solo hojas.
  • Verdeos de verano/pasturas megatérmicas (pasto llorón, mijo perenne, etc. Solo hojas.
  • Pastura de leguminosas. Con flores.
  • Verdeos de invierno/ pasturas mesotérmicas (festuca, agropiro, etc.). Granados.
  • Verdeos de verano/pasturas megatérmicas (pasto llorón, mijo perenne, etc.). Granados.
  • Cola de cosecha. Rastrojos

Existe la creencia de que los henos confeccionados con los verdeos granados, son de alta calidad = MITO. La VERDAD es que los mismos son de baja calidad, ya que la fibra “seca” limita el aprovechamiento de los granos que además se pierden en gran parte durante la confección de los mismos (avena, cultivo con mayor grado de dehiscencia).

Que los hemos de alfalfa son caros= MITO. La VERDAD es que, en relación a la calidad de los mismos, cuantificada a través de la digestibilidad y la proteína bruta, son los más baratos. Considerar que un heno de alfalfa puede pesar entre 450 – 500kg, los de cola de cosecha pesan 300, por unidad siempre parecen más baratos…ojo….!!!! Además, un buen heno de alfalfa (prefloración – 10% floración), alimenta sin necesidad de incorporar nada mas de proteína, a las categorías más exigentes (vaca en lactancia, ternero de destete).

ATENCIÓN: NO UTILIZAR SOLO GRANOS PARA SUPLEMENTAR SOBRE BASES FORRAJERAS FIBROSAS, MENOS AUN SI LA FIBRA ES DE BAJA CALIDAD (55% O MENOS DE DIGESTIBILIDAD).

La digestión ruminal de la fibra se da correctamente en un ambiente alcalino a neutro. Si a la dieta se le agrega solamente granos, se generará un ambiente ruminal ácido, que no permitirá la sobrevivencia de las bacterias celulíticas (las que digieren la fibra). Es prioridad incorporar proteína, a través del pastoreo de recursos forrajeros “verdes” o bien incorporar concentrados proteicos.

CONCENTRADOS PROTEICOS

En este punto es importante aclarar ciertos conceptos;

Pellet – expeller – tortas – harinas. Cabe aclarar que la denominación pellet, tiene que ver con una forma física, el pelletizado se hace sobre harinas, sobre premezclas, sobre mezclas de alimentos (balanceados).

Los expeller, torta y las harinas de p.e; girasol y soja, son subproductos de la extracción de aceite, mediante procesos mecánicos de extrusión y prensado continuo, o métodos químicos a través del uso de calor y solventes resultando así los expeller/tortas y las harinas, respectivamente. Si bien poseen características similares, son alimentos diferentes en relación al contenido proteico y el valor relativo de energía dado por la materia grasa, las harinas son un tanto superiores.

En el caso de tener que comprar proteína para suplementar y que la opción elegida sea un expeller o una harina, usar también los sentidos para hacer la mejor elección.

  • No debe tener olor rancio. Indica mala conservación.
  • Color característico de la fuente que le dio origen, los más claros indican mejor calidad.
  • No debería contener residuos, principalmente tierra. Esto se determina a través del análisis de contenido de cenizas o bien a la vista.
  • Homogéneo en cuanto a su granulometría.

Posterior a esta evaluación es conveniente realizar un análisis químico de laboratorio, donde los parámetros principales deberían ser: digestibilidad, proteína bruta, nitrógeno adherido a la fibra indigestible (NIDA) y extracto etéreo o materia grasa. Esto último es un valor importante si consideramos que estos alimentos aportan grasa y la misma en la dieta no debería superar el 5% para evitar problemas metabólicos en el animal.