Micro Ganadero de INTA: Henos de alfalfa, compremos calidad!!!
Los henos de alfalfa constituyen una “fuente clave de fibra efectiva (FDNef) para la producción ganadera, ya que permiten equilibrar las dietas y mejorar su textura y palatabilidad, al tiempo que proveen un alto valor proteico y energético”. Por eso, es fundamental poder valorizar la calidad nutricional que este alimento fibroso/proteico ofrece, para ello es preciso sacar una muestra del interior del rollo, de varios rollos de la misma partida de confección y enviarlos a un laboratorio de calidad de forraje para el análisis de las fracciones nutricionales. Por tal motivo la Ingeniera Agrónoma Josefina Marinissen se aboco a este tema durante un nuevo Micro Ganadero del INTA Hilario Ascasubi.
Que no contenga más del 5% de forraje extraño (gramíneas, malezas), que el 40-50% del peso como tal sean hojas y que solamente el 20% de las mismas puedan desprenderse del tallo durante la manipulación y que el 60-70% del forraje luzca de color verde brillante, son las características “organolepticas” que debemos tener en cuenta para hablar de un heno de buena calidad. Calificar los henos a través de esta primera caracterización que, a su vez está en relación directa con el momento de corte, el estado de la pastura, es entonces fundamental. Luego de esto es importante disponerlos ordenadamente para saber a quién destino cada uno en función de los requerimientos nutricionales de los animales.
Luego de esta primera “vista”, es fundamental poder valorizar la calidad nutricional que este alimento fibroso/proteico ofrece, para ello es preciso sacar una muestra del interior del rollo, de varios rollos de la misma partida de confección y enviarlos a un laboratorio de calidad de forraje para el análisis de las fracciones nutricionales. Los principales parámetros a analizar son la concentración de fibras (FDN fibra detergente neutro=capacidad de consumo – FDA fibra detergente acida=digestibilidad), el contenido de proteína y la energía.
El contenido de FDN está asociado inversamente al potencial de consumo voluntario de ese forraje por parte del animal, mientras que el FDA está inversamente asociado a la digestibilidad
En términos generales, un heno de buen valor nutricional, así como aquel requerido en las categorías más exigentes de los rodeos de leche y carne, debe presentar no más de 32 % FDA y de 40 % FDN, y un 18 % PB y contener no menos de 86 % de materia seca, evita el enmohecimiento, el ardido.
VENTAJAS DE LA FIBRA LARGA DE LOS HENOS – Fibra efectiva
- Estimular la rumia. Esta estimulación y la efectividad de la fibra es proporcional a su largura. Cuanto más larga sea la fibra de la alfalfa la estimulación será mayor.
- Aumenta la salivación. Este efecto está relacionado con el anterior. La fibra de la alfalfa estimula la masticación y a su vez la salivación, con lo que aumenta la cantidad de bicarbonato que llega al rumen a través de la saliva.
Éste ayudará a controlar el pH, subiéndolo y evitando problemas en la rumia.
- Ayuda a enlentecer el tránsito de los alimentos en el rumen. En determinadas ocasiones, esto nos puede ayudar a que se aprovechen más otros alimentos como concentrados proteicos y cereales.
EFICIENCIA EN EL SUMINISTRO
El suministro del heno puede ser complejo depende el método: en forma de rollos, mediante aros metálicos (porta-rollos), a libre acceso (ad libitum) o en trozos.
Si se ofrece en porta-rollos y el acceso al heno es libre, se sugiere un rollo cada 18-20 vacas y si, en cambio, el acceso se restringe a unas horas, se calcula uno entre 10 y 12. Lo ideal sería separar los animales por tamaño y apartar las vacas multíparas de primíparas, para evitar la competencia.
En vacas secas, vaquillonas y novillitos este recurso puede representar hasta el 70-80% de la MS total suministrada, en función de la calidad de heno, la época del año y los requerimientos nutricionales de la categoría. Para novillos en terminación con dietas muy altas en concentrados (> 75% granos), se sugiere incorporar entre 3 a 5% de heno trozado, para modular el rumen y evitar acidosis.
En caso de cuadros de acidosis, se recomienda suspender en forma abrupta el grano y ofrecer inmediatamente un heno, para favorecer la producción de saliva. Recordar el efecto de insalivación que ofrece la masticación de la fibra, la saliva alcaliniza el rumen.
Henos – Rollos. ¿Porque prestar atención a esto? La fibra puede ser el nutriente más CARO si compro mal.
La calidad de los HENOS va a estar directamente relacionada al tipo de pasto que le dio origen y el momento de corte. Debido a que el costo del kilo de materia seca digestible es alto (cantidad y flete), siempre es conveniente buscar “el mejor heno”.
¿Cómo distingo un heno de CALIDAD=DIGESTIBLE?
El primer paso a la hora de adquirir un heno es la inspección directa, para esto es necesario usar tres sentidos, TACTO, OLFATO, VISTA = CARACTERISTICAS ORGANOLEPTICAS
- Textura suave, bien compactados. No deberían estar “despeinados”….eso podría implicar que el recurso que le dio origen se cortó muy seco – típico de los henos de cola de cosecha.
- Aroma a pasto seco. Si se confecciono húmedo (sin suficiente pre-oreo o cortado muy adelantado del momento óptimo), tiene olor a moho. Se arde, esto provoca una importante pérdida de calidad (principalmente del valor proteico).
- Color verde claro. Un color verde brillante es un indicador de que el heno fue secado rápido y adecuadamente, sin sufrir daño por lluvias o por exceso de temperatura, mientras que un color amarillo indica un exceso de exposición al sol durante el secado. La presencia de capas blanquecinas intercaladas con heno verde indica desarrollo fúngico por haber enrollado con exceso de rocío sobre la andana.
- Sin maleza. Riesgo de toxicidad. Reducción de calidad. Distribución de semillas de malezas en el campo, a través del bosteo.
- Abundante cantidad de hojas. Las hojas son la porción de mayor calidad, porque contienen aproximadamente el 70 % de la proteína, el 90 % del caroteno y más del 65 % de la energía digestible presente en la planta de alfalfa.
Luego de este primer análisis, es conveniente extraer una muestra representativa, y enviar a un laboratorio de análisis químico de forrajes para determinar el valor nutricional. Entre los parámetros químicos a analizar se deberían priorizar la digestibilidad y el contenido proteico, solicitando además el valor NIDA, que se corresponde con la proteína adherida a la fibra indigestible del forraje, estando entonces no disponible para el animal. Este parámetro debería solicitarse en todos aquellos alimentos que pueden sufrir calentamiento durante su confección (expellers y harinas) o durante su almacenamiento (henos, ensilajes y henolaje).
Sería importante comprar los henos priorizando el peso de los mismos y el valor nutritivo, es decir $/kgMSdigestible.