Siembra de Pasturas en primavera
En un nuevo Micro Ganadero a cargo de la Ingeniera Agrónoma Josefina Marinissen, la temática se centra en las siembras durante la primavera. Es sabido que la mejor época de siembra de pasturas puras de alfalfa es en el otoño, debido principalmente a las buenas temperaturas del suelo, al adecuado nivel de humedad del mismo que permiten una rápida germinación; sin embargo existe la alternativa de la siembra de primavera, con la que se pueden obtener similares resultados siempre y cuando, se preste especial atención a algunos factores que te desarrollamos a continuación.
SIEMBRA DE PASTURAS EN PRIMAVERA
ALFALFAS PURAS Y CONSOCIADAS
Es sabido que la mejor época de siembra de pasturas puras de alfalfa es en el otoño, debido principalmente a las buenas temperaturas del suelo, al adecuado nivel de humedad del mismo que permiten una rápida germinación, así como el mejor desarrollo radicular de la planta, que le permite llegar al verano con una raíz que posibilita explorar el suelo en busca de humedad.
De no ser posible la siembra de otoño, por circunstancias de tipo climáticas (sequías y/o inundaciones), de manejo (atrasos en la cosecha del cultivo antecesor, control deficiente de malezas en el potrero, sobre todo de gramón o sorgo de Alepo) o financieras (falta de liquidez momentánea), existe la alternativa de la siembra de primavera, con la que se pueden obtener similares resultados siempre y cuando, se preste especial atención a algunos factores que deben ser controlados por el productor:
- Momento de siembra. A la salida del invierno con buena humedad en el suelo.
- Preparación del suelo. Depender del antecesor. Suelo refinado, poca profundidad de siembra.
- Control de malezas. Fundamental. Si hay antecedente de malezas gramíneas, ojo la siembra de consociadas. Atención residualidad de herbicidas cuando el control de malezas se hace sobre el cultivo anterior o sobre rastrojos. Atrazina y 2,4D, pueden generar toxicidad y hasta mortandad de plántulas.
- Carga animal – El manejo de la pastura durante el verano. Si la pastura fue sembrada a fines del invierno o muy al principio de la primavera y las condiciones de temperatura y humedad fueron adecuadas, es posible que antes de entrar al verano (fines de noviembre), se pueda realizar el primer pastoreo.
Las siembras de primavera, entonces, si bien no siempre son seguras, permiten adelantar la puesta en producción de una pastura. De no ser así, se debería esperar hasta el otoño del año siguiente para implantarla y esto obligaría a buscar otras alternativas forrajeras para cubrir el déficit que se produce por la falta de esa superficie empastada.
La alfalfa germina en un rango muy amplio de temperatura, desde 5 a 35°C. El óptimo se encuentra entre 19 y 25°C. En la mayor parte de la región pampena, las condiciones favorables para el establecimiento de la alfalfa se presentan en otoño, pero considerando los requerimientos de temperatura y humedad para su la germinación y desarrollo, una época alternativa de siembra es la primavera. Sin embargo los procesos de crecimiento y desarrollo de las plántulas en ésta época son muy distintos a los observados en las siembras otoñales.
Una situación que se puede dar en la primavera y no es favorable para la implantación de la alfalfa, es que al existir buenas condiciones de temperatura, la parte aérea de la planta se desarrolle más rápidamente que la parte radical, es decir la raíz. En estas condiciones, de producirse una sequía estival, las plantas no podrán absorber agua en profundidad, debido a que sus raíces son pequeñas y poco desarrolladas, y además, al tener un gran desarrollo foliar la pérdida de agua por evapotranspiración será mayor. En dicha situación, se corre el riesgo de que ocurra la pérdida de la nueva pastura.
Otro factor a tener en cuenta en la siembra de primavera es que el cultivo se verá expuesto a una mayor cantidad de malezas de rápido crecimiento inicial que competirán con la alfalfa por agua, luz y nutrientes. Para salvar este tipo de situaciones, se puede contar con el uso de herbicidas de presiembra y postemergencia que aseguren la implantación de esta leguminosa en primavera.
Alfalfa pura en primavera, considerando todo lo antes dicho….se puede negociar …pero si mucho cuidado con la siembra de pasturas consociadas en primavera (leguminosa – alfalfa, con una gramínea – festuca, cebadilla, pasto ovillos), ya que como dijimos antes, las siembras de primavera suelen estar caracterizadas por una alta competencia con las malezas, y cuando el grupo de malezas típicas posee un alto porcentaje de gramíneas, estamos en problemas ya que al intentar controlar las malezas con algún herbicida graminicida selectivo se eliminarán también las gramíneas forrajeras.
En este caso, la siembra directa sobre lotes limpios y con excelente control de malezas (con varios años de agricultura) sería una herramienta a tener en cuenta para poder efectuar siembras de pasturas tipo consociadas, con estos manejos se disminuye la presencia de malezas y por ende, evita la aplicación de herbicidas.
Un aspecto importante que hace al manejo con animales de una pastura implantada en primavera es que luego de comprobar que no se observa tierra descubierta (“los surcos se cierran”) y que el volumen de pasto supera los 15cm aproximadamente, hay que comprobar el anclaje de las plantas, ya que como se mencionó, el desarrollo radicular es menor, y por lo tanto las plantas pueden ser arrancadas por los vacunos cuando pastoreen. Para ello hay que envolver a las plantas con la mano (simulando la aprensión que realizan los bovinos con la lengua al comer) y tirar hacia arriba. Si el forraje se corta y no se arranca de raíz, existe entonces un anclaje adecuado.
La categoría animal adecuada para el primer pastoreo de una pastura implantada en primavera son los novillitos de recría, animales livianos, cuyas pezuñas van a afirmar el piso pero no van a producir “pisoteo”. El pastoreo se debe efectuar con alta carga, 30 a 40 vacunos por hectárea, con pastoreo rotativo y con una ocupación de no más de 3 días por parcela, para evitar que consuman el rebrote. En primavera, el rebrote se produce rápidamente.