Manejo nutricional de la invernada: Eficiencias y costos
La ganadería nacional está atravesando procesos de cambios profundos. La modificación del sistema pastoril puro, tradicional de la Argentina, está mutando a distintos tipos de sistemas que incluyen desde la suplementación con granos, con productos industriales o forrajes conservados, hasta la alimentación a corral. Esto sin lugar a duda requiere de un cambio y una adaptación por parte del productor, donde aumentar la flexibilidad de su sistema, sería una de las acciones, además de la mejora en la utilización de los recursos forrajeros y de la producción en ambientes con mayores limitaciones tanto edáficas como climáticas.
Más allá de mejorar la tasa de destete, que se considera siempre como el índice de mayor impacto en el aumento de la producción, el gran desafío de la ganadería argentina de los próximos años será lograr una recría eficiente, que permita producir más kilos por cabeza con alto impacto en la oferta de carne del país.
El periodo o fase de recría se define como la del crecimiento animal, dado por el aumento de los tejidos musculares, óseo y graso, medido usualmente como un cambio en el peso vivo. La importancia de este período radica en que es el momento en el que el animal es más eficiente en la conversión de alimento a músculo, sumado a que corresponde a la etapa del ciclo en la que más cantidad de kilos se producen.
Es bien sabido, que existe una correlación directa entre el nivel nutricional y el resultado productivo, cuanto más ajustada y óptima sea la nutrición que se le ofrece a los animales, mayor será dicho resultado. Pese a ello, es habitual que los terneros luego del destete, sean alimentados con recursos forrajeros de mala calidad por ser la categoría que se encuentra más distante de la venta en planteos de invernada. Durante esta etapa el costo de alimentación es bajo, aunque los animales mantienen o, incluso pierden peso durante largos periodos de tiempo. Para lograr un ciclo completo eficiente se requiere que durante el periodo de recría se garantice un ritmo de engorde no inferior a 600 – 700 gramos por animal y por día.
El uso eficiente de los recursos relacionados con la alimentación de los bovinos, implica el aporte de nutrientes en cantidad y calidad, y el balance entre ellos de acuerdo a los requerimientos del animal y al nivel de producción buscado. Después del agua y la energía, las proteínas suelen constituir una de las principales limitantes en la nutrición animal.
En las etapas tempranas del crecimiento versus las tardías; 200 vs 400 kilogramos de peso vivo, la conversión alimenticia es alta, por lo que el consumo de materia seca, la producción de microorganismos y la proteína que estos aportan al bovino por kilogramo de ganancia es menor con respecto a los animales adultos. En este sentido, una restricción de proteínas en animales jóvenes puede llevar a la degradación de tejidos activos (musculo), lo que causaría un daño irreparable y posteriormente en la realimentación el organismo, no alcanzará el peso y desarrollo adulto normal.
El crecimiento del músculo, los huesos y la proporción entre ambos está determinado genéticamente, y si bien la restricción o la sobrealimentación moderadas hacen variar las tasas y la relación entre ambos, los cambios son reversibles cuando el plano nutricional vuelve a acercarse al adecuado. A diferencia de estos tejidos, la tasa de crecimiento de la grasa responde más al plano alimenticio que a la genética, y su relación con el resto de los componentes del animal es mucho más variable. La restricción nutricional severa y prolongada (pérdida de peso), y especialmente en las etapas tempranas de crecimiento, afecta en forma definitiva el potencial de síntesis de proteína o producción de músculo, y el patrón de crecimiento de los huesos, disminuyendo principalmente el largo de los mismos. Cuando un animal con historial de serias penurias alimenticias pasa a una alimentación típica de la etapa de engorde, la grasa, que es el componente con menor determinación genética tendrá una tasa de crecimiento similar a la de un individuo no restringido, y los músculos lo harán a un ritmo sensiblemente menor. Esto lleva a que, con el objeto de dar un aspecto de terminación a los animales, se prolongue el período de engorde reemplazando lo que debería ser músculo por grasa, y ésta, debido a la menor base de sustentación que significan los músculos, se acumula en forma irregular (polizones). A la vista, estos animales son de menor altura (menor crecimiento longitudinal de los huesos), el tamaño de la cabeza, patas y manos es desproporcionado en relación al resto del cuerpo (animales patones y cabezones), y fácilmente se aprecian los grumos, apelotonamientos subcutáneos o polizones que son reflejo de la irregularidad en la distribución de la grasa subcutánea. Estas reses tienen alto contenido de grasa mal distribuida, y un bajo rendimiento muscular, es decir un bajo rendimiento al gancho.
En la producción animal, la alimentación junto a la mano de obra son los factores económicos que más importancia adquieren en el balance económico de una explotación. Es importante dedicar esfuerzos a determinar aquellos animales que ya se encuentran en el momento óptimo de calidad de producto para ser sacados a del sistema a venta, como determinar aquellos que cumplida la edad y contando con una apariencia exterior subjetiva no lleguen a los parámetros de calidad. Se estima que alrededor del 20% de los animales se sacrifican sin las condiciones de calidad y que otro 20% consume más alimentos de los que debe.
Con esto quiero dejar claramente expuesto que la nutrición proteica en los terneros es un aspecto de vital relevancia si quiero asegurarme, la correcta terminación del novillo y el buen rendimiento en musculo, es decir carne.
RECORDAR QUE PRODUCIMOS CARNE NO NOVILLOS!!!!
Cuando pensamos en “nutrir” adecuadamente a un ternero debemos necesariamente pensar en ofrecerle proteína, para que pueda entonces desarrollar su tejido óseo y muscular correctamente para luego sobre él en el periodo de terminación o engorde depositar grasa y lograr la terminación adecuada.
Con que alimentos debo necesariamente contar?. Que alimentos ofrecer la proteína necesaria para esta categoría en crecimiento y desarrollo?. Debo comprar insumos?, Cuales?
Los alimentos que ofrecen proteína en nuestros sistemas productivos de característica típicamente extensivos, son los forrajes es decir el pasto. Pero que pasto? todos? NO, el aporte proteico en cantidad y calidad necesaria para los terneros de destete lo ofrecen principalmente los forrajes o pastos VERDES. Es decir las pasturas base alfalfa, los verdeos de invierno, los agropiros, los henos de calidad, los silajes de verdeos o pasturas, siempre en estados vegetativos tempranos, es decir en estado de hoja, en macollaje, en las primeras fases de desarrollo. Cabe aclarar que estos cuando avanzan en el desarrollo (fases reproductivas – flores y granos), no dejan de ofrecer proteína, pero ofrecen menor cantidad ya que comienzan a tomar protagonismo otros componentes nutricionales, por ejemplo la fibra y la energía para dar sostén a los granos respectivamente (p.e. alfalfa 8 nudos – 23% de proteína vs alfalfa 50% floración 16% de proteína). Teniendo en cuenta esto es que se desprende la importancia del pastoreo en tiempo y forma de los recursos forrajeros para obtener la máxima calidad de los mismos.
Y finalmente entre los principales subproductos industriales que ofrecen proteína encontramos a los expeller de soja, girasol, raicilla de cebada, afrechillo de trigo, como los más comunes.
SIEMPRE QUE UN TERNERO DE DESTETE (150 – 200kg de peso vivo), CONSUMA UN FORRAJE VERDE CON CERTEZA ESTAREMOS CUBRIENDO SU REQUERIMEINTO PROTEICO PARA PODER DESARROLLAR UNA BUENA CAJA DONDE LUEGO QUEPA LA GRASA NECESARIA PARA UNA BUENA TERMINACIÓN.
Surgen seguramente algunas inquietudes o preguntas con esto que planteo, como por ejemplo;
- Puedo poner a un ternero luego del destete en el rastrojo de trigo – cebada que coseche en el verano. RESPUESTA: NO. Ahí puede ir la vaca destetada o el toro que salió del servicio.
- Puedo mejorar la situación anterior agregando un grano de maíz/cebada o trigo, para ayudarlo un poco. RESPUESTA: TAMPOCO. Ya es conocido el efecto negativo que tiene el aporte de un grano sobre la digestión de la fibra. La baja del pH en el rumen producto de la digestión del almidón de los granos, provoca la mortandad de las bacterias celulolíticas, es decir las que digieren la fibra de los pastos secos que están consumiendo, esto hace que no puedan digerir el alimento, con la consecuente baja en el consumo de materia seca.
- Puedo darles heno de alfalfa. RESPUESTA: SI. De buena calidad, es decir hecho verde, con poca flor (no más del 10% al momento de corte) y mucha hoja.
- Puedo encerrarlos con silaje de maíz o de sorgo como único alimento. RESPUESTA: NO. La opción para este caso es emplear el silaje como suplemento del pasto, es decir como oferente de fibra y algo de energía. El silaje puede ayudar a “estirar” el forraje o bien aumenta la carga animal. En el caso de no contar con forraje verde disponible, la opción del encierre con silaje es válida siempre y cuando incorporemos algún concentrado proteico de proteína verdadera, pe., expeller de soja, girasol entre los más comunes. No emplear concentrados proteicos a base de urea, ni urea, ni afrechillo de trigo (mucha fibra y poca proteína 13 – 15%).
Queda claro que lo mejor para el ternero de destete es el forraje verde en pastoreo directo, en esta situación preferencial no solo logramos la máxima eficiencia para esta categoría sino que somos competitivos desde el punto de vista económico, ya que el kilogramo de peso producido en esta situación no excede los 25 – 30$ dependiendo si consideramos una pastura (6 años de duración en los sistemas) o un verdeo (de implantación anual) respectivamente.
ALGUNOS EJEMPLOS DE DIETAS PARA TERNEROS
Consideramos: ternero de destete de 175kg peso vivo, 7 meses de edad promedio y de un frame (tamaño corporal) 4, es decir hijo de una vaca que gorda pesa 450 – 500kg.
- FORRAJE VERDE: pastura puras o consociadas, verdeos de invierno (siempre pastoreando en el momento de máxima calidad – 8 nudos (alfalfa) tres hojas desplegadas (festucas y agropiros) y macollaje (verdeos invernales).
100% (dieta) forraje verde: 5,8kgMS (materia seca) – 29kgMF (materia verde o alimento tal cual).
Ganancia de peso (GDP) 0,750kg/animal/día.
- FORRAJE VERDE + GRANO DE CEBADA: misma condición de pastoreo con el agregado de 0,75% del peso vivo del animal en grano de cebada (máximo de suplementación sobre forraje 1,5% del peso vivo).
82% (dieta) forraje verde: 5kgMS – 25kgMF
18% (dieta) grano cebada: 1,100kgMS – 1,300kgMF
GDP 1,000kg/animal/día.
- SOLO SILAJE DE MAÍZ. Ofrecido en autoconsumo con reja. Capacidad de consumo, 140 terneros por frente de 3,5m.
100% silaje de maíz: 6kgMS – 17,7kgMF
GDP 0,300kg/animal/día. OJO MALNUTRICIÓN IRREVERSIBLE.
- FORRAJE VERDE CON SILAJE DE MAIZ: pastoreo en franjas diaria con encierre nocturno en silaje de maíz autoconsumo.
80% forraje verde: 4,7kgMS – 23,4kgMF
20% silaje maíz: 1,2kgMS – 3,4kgMF
GDP 0,900kg/animal/día.
- ENCIERRE TOTAL: silaje de maíz autoconsumo con suplementación energética (grano) y proteica (expeller de girasol).
37% silaje de maíz: 2,3kgMS – 6,5kgMF
20% grano de cebada: 1,2kgMS – 1,4kgMF
43% expeller de girasol: 2,6kgMS – 3kgMF
GDP 1,100kg/animal/día.
A continuación ejemplo de costos de dietas; pasto únicamente – pasto más suplementación energética – encierre total (tabla 1)Tabla 1. Variables – dietas. Resultados productivos y costos
1pastura/verdeos invierno – 2pastura/verdeos invierno + grano maíz – 3silo maíz + expeller girasol + grano maíz. *Costos alimentos ($kgMS) forraje – grano maíz – expeller girasol – silaje maíz; 3, 10,94, 15,73, 7,54 respectivamente
Desde el punto de vista de los costos, si comparamos el pastoreo directo con suplementación energética al 0,75 – 1,5% del peso vivo, y el encierre total tenemos una diferencia muy marcada a favor del pastoreo directo con suplementación, a idéntica eficiencia en la ganancia de peso (0,950kganimaldía-1 a $38,34 vs $72,00). Esto evidencia la importancia que tiene la producción de forraje de calidad y el manejo del pastoreo con suplementación en baja proporción con un concentrado energético (el grano de propia producción).
LA EFICIENCIA EN GANADERÍA DEPENDE DE LA PRODUCCIÓN DE FORRAJE DE CALIDAD Y EN CANTIDAD, Y DEL MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN Y LOS ANIMALES.