Marta Marlia y su gran desafío en el Monte Manaslu

La montañista Marta Marlia visitó los estudios de la Zfm luego de haber estado mas de dos meses en el Himalaya tratando de concretar subir su primera montaña de más de 8000 metros. El objetivo era el Monte Manaslu, de 8156mts, un gran desafío físico y mental en el cordón montañoso mas alto del mundo. Una experiencia donde vivió diferentes emociones, momentos buenos y de los malos, el riesgo de vida y demás situaciones de los cuales te hacemos un repaso cronológico de lo que nos contó en la entrevista con la Zfm.

Diferencias y Alejamiento del grupo argentino

La travesía de la montañista lurense había comenzado con un grupo de otros 9 argentinos, pero en el transcurso de la aclimatación y la preparación en campo base del Manaslu la relación se quebró. Marlia explicó que se sentía discriminada, siendo la única mujer de la expedición. Recibiendo comentarios como que no iba a poder con la montaña y que estaba a tiempo de dejar la expedición.

Fue durante un porteo en el que habían llevado el equipaje del base a campo 1 y volvieron al base. Al otro día un sherpa bajo la equitación de la montañista lurense, donde se le informó que ya no era parte de la expedición.

“En un estado de vulnerabilidad los mensajes subliminales que te llegan de que vos no vas a poder, te afectan muchísimo. Yo trate de salir de esa zona…yo vine a esto tengo un objetivo…no voy a dejar que nadie me diga que no soy capaz de cumplir mi sueño” comento Marlia en la Zfm. En contacto con otro montañista argentino, este le aconsejo contratar otra expedición y poder quedar allí y tratar de conseguir su desafío. De esta forma Marta y un sherpa personal allí comenzaron el intento de cumbre.

En busca de la cima

Ya en la nueva expedición en solitaria junto a su sherpa, Marta Marlia comenzó el periodo de rotación en los diferentes campos. Esto consiste en aclimatar el cuerpo y el organismo a la altura y la disminución de oxígeno. Lo que se hace es subir y bajar a los diferentes campos antes de encontrar la ventana de buen clima y tratar de conquistar la cima desde el ultimo campo (el 4). “La montaña es muy técnica, pero al tener las vías con las cuerdas fijas eso hace un poco más liviano, entre comillas, el ascenso”.

Luego de esta rotación la empresa le informó que le pondría un sherpa de mayor experiencia para el intento de cumbre que saldría desde el campo 3. Sin embargo, esto no pudo ser así por las avalanchas. Una de ellas entre el campo 3 y 4 obligó a tratar de llegar a la cima desde el campo 2. Luego de llegar al campo 3 y comer algo, se emprendió camino hacia la cima alrededor de las 17hs. Marlia comentó que ese trayecto de la montaña es el mas complicado, con pendientes de casi 90º. Además, el sherpa que iba sin oxígeno comenzó a sentirse descompuesto esto a mas de 7000 metros de altura; y también estaba comenzando a azotar una tormenta de viento y nieve.

Viendo la condición del sherpa, en vez de continuar hacia la cumbre, se desviaron al sector del campo 4. Allí solo había unas tres carpas, donde buscaron refugio, pero nadie le permitió acceder. Por tanto, quedaron resguardados en un entretecho de carpa ante un temporal que castigaba duro. “Se me habían empezado a congelar los dedos, no sentía las piernas, yo digo, me voy a morir acá, y de a ratos pensaba no me puedo morir acá…en momentos así, las horas son eternas” explico ese duro momento.  Ya cuando comenzó a aclarar, pudieron acceder a una carpa de otros montañistas que se preparaban para ir a la cumbre. Para Marta y su sherpa era el momento de bajar, ya que la reserva de oxigeno era de unas dos o tres horas. “ahí tuve mucho miedo porque tenía los dedos congelados, la última comida había sido a la una y media de la tarde del día anterior, no teníamos agua…la decisión de bajar también fue difícil, pero, o bajaba o me quedaba ahí para siempre…era cuestión de vida”. el objetivo de la cima quedo a unas cinco horas de caminata, pero ante las condiciones no había otra alternativa.

Una vez en campo base le mencionaron la posibilidad de intentar nuevamente la cumbre unos días después, pero en dialogo con la familia, le manifestaron que no lo vuelva a intentar por el riesgo que conlleva esta montaña. Finalmente fue una decisión acertada no volver a intentarlo, ya que ese día, varias avalanchas estuvieron cayendo del Manaslu complicando los ascensos.

El riesgo de la montaña

Durante la entrevista Marta Marlia comentó que el Manaslu tiene mucho riego por la gran cantidad de avalanchas que ocurren. Fue un mes complicado con las avalanchas donde varias personas perdieron la vida. “hubo una en particular en la que hubo 20 desaparecidos, murieron más personas de las que por ahí llegaron las noticias… fue entre el campo 3 y el 4…allí me encuentro con un argentino que se tira de rodillas en la nieve y me dice, Marta acabo de ver morir gente adelante mío, una avalancha adelante mío…vi como desaparecía la gente delante mío” contó ese duro momento.  

Un nuevo desafío

La montañista lurense para cerrar la nota. Aseguro que tiene en mente volver a la cordillera del Himalaya y tratar de conquistar otra montaña de 8mil metros. Además, agradeció a la comunidad y a gente de varios puntos del país, el apoyo y los mensajes de aliento que le llegaron durante el desafío de su vida.